El reglamento de la Ley EAT carece requisitos de seguridad, el foco de la industria hoy (Achiplam)

Por Antonio Vicente Canale-Mayet, presidente de la Asociación Chilena de Plataformas de Movilidad
Santiago, abril de 2025
La reciente aprobación del reglamento para las Empresas de Aplicaciones de Transporte (EAT), que
impone una serie de restricciones técnicas a los conductores y vehículos de movilidad compartida, ha
sido justificada reiteradamente por la autoridad como un paso necesario en pos de avances sustantivos
en materia de protección y seguridad. Dichas afirmaciones carecen de validez, ya que las exigencias
contenidas en el reglamento no son más que aquellas que el sector ya aplica desde hace casi una
década, como la revisión de antecedentes penales. Así la autoridad desconoce mecanismos
fundamentales que hoy son esenciales para salvaguardar a conductores y pasajeros, como son la
validación de identidad, el monitoreo automatizado o la colaboración directa con autoridades en caso
de incidentes.
Las empresas agrupadas en ACHIPLAM ya operan con estándares superiores a los exigidos. Contamos
con herramientas que analizan patrones de comportamiento en viajes y cuentas para detectar riesgos o
amenazas; reconocimiento facial para identificar comportamientos irregulares y tomar las medidas
pertinentes; y plataformas con un canal exclusivo de coordinación con entidades locales oficiales, que
agilizan la entrega de información relevante cuando hay una investigación en curso. Este ecosistema
tecnológico ha sido diseñado para anticiparse, reaccionar con rapidez y reducir riesgos de manera
efectiva.
Además, innovamos constantemente con soluciones con funcionalidad que examina variables críticas
en tiempo real —como trayectos poco concurridos o solicitudes nocturnas— para asignar conductores
con mejor historial, mejorando así la experiencia y tranquilidad de quienes viajan, especialmente las
mujeres. Esta mirada proactiva y basada en inteligencia artificial es la que debería inspirar una regulación
moderna, no una que omite avances reales y expone a mayor vulnerabilidad.
Desde ACHIPLAM, reafirmamos nuestro compromiso con una movilidad segura, inclusiva y adaptada a
los desafíos actuales. Aunque nuestras recomendaciones técnicas no fueron tomadas en cuenta,
nuestro enfoque estará puesto en lograr que la implementación de esta normativa minimice sus efectos
negativos y no restrinja el acceso a un servicio que hoy es parte esencial del día a día para millones de
chilenos.
Nuestra responsabilidad es con todos: con los pasajeros, que merecen trasladarse con confianza; con
los conductores, que buscan generar ganancias de forma estable y protegida; con las autoridades, a
quienes seguiremos apoyando con datos y tecnología para la prevención y resolución de hechos; y con
la sociedad en su conjunto, que espera soluciones eficientes, innovadoras y responsables.
Continuaremos impulsando una movilidad más segura, conectada y al servicio de las personas, y
esperemos que el Ministro amplíe su visión y su capacidad de escucha para entender que sin la
colaboración y el diálogo con la industria, la regulación EAT no será viable de implementar o, peor aún,
generará un enorme impacto negativo cuyo costo lo sufrirán los ciudadanos de Chile.