El 84% de la Generación Z no aceptaría un trabajo presencial
Para la gran mayoría de los jóvenes entre 18 y 25 años, el trabajo no es el eje esencial de sus vidas, por lo que prefieren el formato online.
En un reciente estudio llevado a cabo por The Adecco Group, se ha descubierto un cambio notable en las preferencias laborales de la juventud actual.
Según los hallazgos, una abrumadora mayoría, específicamente el 84%, de individuos dentro del rango etario de 18 a 25 años, rechazaría una posición que exija una presencia en la oficina a tiempo completo.
Este grupo, perteneciente a la denominada Generación Z, muestra una marcada inclinación hacia modalidades de trabajo más flexibles, situando la libertad laboral por encima de otros beneficios.
La tendencia, según explica Carolina Varela, psicóloga y alta directiva en Adecco Chile, apunta hacia un cambio de paradigma en la percepción del trabajo.
Los más jóvenes, criados en una época de acceso digital y flexibilidad, rechazan la noción de que el empleo deba ser el eje central de sus vidas, una idea ampliamente aceptada por generaciones anteriores.
Este cambio de mentalidad, potenciado por las secuelas de la pandemia global, ha llevado a un incremento en la demanda por opciones de trabajo remoto y flexibilidad horaria, incluso dentro del contexto del mercado laboral chileno.
La visión crítica de la Generación Z hacia el entorno laboral tradicional va más allá de la mera preferencia por el trabajo a distancia.
Se cuestionan prácticas laborales antiguas como el no pago de horas extra, condiciones subóptimas en las oficinas de trabajo, y la intrusión en el tiempo personal, destacando una búsqueda de un equilibrio más saludable entre la vida profesional y personal.
A pesar de las voces críticas que sugieren una falta de interés por parte de esta generación en el trabajo en sí, Varela aclara que lo que en realidad está ocurriendo es una evaluación más detallada y crítica de las condiciones laborales. Está claro que las expectativas de estos jóvenes no se alinean con la antigua rigidez y las restricciones de los modelos laborales tradicionales.
Ante este panorama, la psicóloga sostiene que la adopción de modelos de trabajo híbridos no es solo una tendencia pasajera, sino una evolución necesaria en el mundo laboral.
Las empresas se enfrentan al desafío de adaptarse a estas nuevas demandas para mantenerse competitivas y atractivas para la próxima generación de trabajadores, optimizando así su productividad y compromiso.
La era del trabajo flexible ha llegado para quedarse, instando a una reevaluación de lo que significa ser productivo y equilibrado en el siglo XXI.