La urgencia de aplicar cambios en los modelos educativos
- Por Valeska Ananías, directora Centro Cognitivo Infanto Juvenil Psicoeduka.
El cambio de la actual sociedad ha tenido roturas importantes en los paradigmas y constructos instalados en la población civil. Constructos antiguos, patriarcados y machistas que han dejado en evidencia la carencia en salud mental y en temas profundamente sociales.
Uno de esos temas es la educación. ¡Cómo han cambiado nuestros estudiantes!, mientras que los métodos de enseñanza y el currículum siguen estáticos, la sociedad exige cambios y grita modificar perspectivas de abordaje. Sin embargo, y al contrario de aplicar un nuevo enfoque más dinámico y actualizado, se mantiene una mirada estática, temerosa y por qué no decirlo, arbitraria también.
La educación debe cambiar, los docentes deben ser más integrales y tener una mirada más humana e integradora, entendiendo que ese estudiante no solo es un receptor de contenido e información -que por cierto en las redes sobra el contenido e información-, sino que también es un ser emocional, que se mueve por la mitad del cerebro emocional y que necesita de salud mental.
¿Es acaso la salud mental responsabilidad de cada individuo? Quien crea que sí en forma absoluta, se equivoca, ya que el contexto favorece en la construcción social emocional de las personas y, que por cierto, comienza en los primeros años de vida.
Necesitamos un Estado garante de derechos en salud mental, en formación emocional y psicológica. La sociedad reclama por docentes con más herramientas no solo en lo académico, sino que también en lo que respecta a la formación personal de nuestros estudiantes, como programas integrales, equipos profesionales que incorporen en sus prácticas modelos preventivos y de acción frente a temas de abuso, salud mental y educación emocional. ¿Por qué no comprender que las familias han cambiado y que la sociedad también ha evolucionado?
Finalmente, la familia es la institución base y prioritaria para ello, es de donde surgen los primeros modelos conductuales y, por ello, necesitamos a una sociedad más amable, más empática, respetuosa y solidaria. Solo así podremos formar seres sociales capaces de convivir en armonía con el entorno. Es responsabilidad de todos.